Cada vez que me enfrento a una nueva clase de prueba, pienso en lo que el célebre Shakespeare puso en labios de Julio César: “Debemos aprovechar la corriente cuando es favorable o perder nuestro cargamento”. Y me repito a mi misma que es exactamente eso lo que tenemos que hacer de esos minutos de corriente favorable que se nos ofrecen. 

Pues bien, para aprovechar al máximo nuestra clase de prueba o momento de corriente favorable, debemos conocer, por un lado, nuestra barca, o sea, nuestros recursos, saber con qué herramientas contamos; y por otro lado, conocer el río, es decir, saber lo que el estudiante espera de nosotros.

LA CLASE DE PRUEBA ES LA PRUEBA DE FUEGO

Si piensas que por tener una duración e importe inferior, la clase de prueba no cuenta como una clase estándar, estás equivocado. Es, probablemente, la clase más importante que tendrás con ese estudiante.  Tómate muy en serio esa sesión, pues de ella dependerá el que consigas no un nuevo estudiante, sino muchos posibles más. Los comentarios, la ratio de éxito o el boca a boca, hacen que nuevos estudiantes quieran también conocerte y participar en tus clases. 

SÉ FIEL A TU PRESENTACIÓN

La persona que solicita una clase de prueba lo hace simplemente por lo que ha visto en tu video, o ha leído en tu perfil. 

Por una razón u otra, le has gustado. Es por ello, que debes mostrarte tal cual como eres y ofrecerles lo que ellos esperan, que no es más que lo que expones en tu perfil de profesor, tu "carta de presentación". Nos guiamos por lo que se ve, lo que se oye y lo que se siente. 

Es importante que des una buena imagen, cuídala especialmente ese día. No solo tu propia imagen, sino también la del lugar donde impartes tus clases. Asegúrate que tu cámara funciona perfectamente y que proyecta una imagen nítida y de buena calidad. Procura que tras de ti haya algo atractivo a la vista, que de buenas vibraciones y apetezca seguir estando allí. 

Nuestro tono de voz también es muy importante. Si te mostrabas optimista y con tono alegre en tu vídeo, replícalo. Es esto lo que el estudiante busca. Recuerda que es él quien te ha elegido. No es momento de innovaciones y experimentos, sigue tu ritmo habitual. 

Por supuesto, no sólo es importante lo que se dice, sino cómo se dice. El qué y el cómo van a hacer sentir a nuestro estudiante mejor o peor, y eso va a determinar que vuelva o que sea otro el elegido. 

No siempre sabemos concretamente el porqué de nuestras elecciones, es solo que sabemos si nos gusta o no nos gusta. 

SÉ PROACTIVO Y CONOCE A TU ESTUDIANTE

Cuando un estudiante decide tomar una clase de prueba, espera de ella una experiencia única que le anime a continuar por este largo camino del aprendizaje de un idioma. Nosotros, como profesores, no los conocemos, por lo tanto está en nuestras manos saber algo más de ellos para poder empatizar y mimetizarse con ellos en esta primera sesión. 

Aquí debemos pensar en el antes, el durante y el después. 

Antes de la sesión, envía un mensaje de agradecimiento personalizado y pregunta todo lo que necesites para preparar su clase a medida: su nivel, su trayectoria con la lengua, sus intereses y, cómo no, sus expectativas.  

Durante la sesión, sé consciente de cómo está funcionando y prepárate para reaccionar a tiempo, en caso de tener que modificar tu programa. Quizá el estudiante tenga un nivel diferente al que pensabas, por ejemplo, y tengas que usar un material diferente. Ten todo preparado para poder cambiarlo en medio minuto. Sé ingenioso para adaptarte al cambio. 

Haz que el estudiante se sienta cómodo, pero a la vez ofrécele algún tipo de reto, para que vea que merece la pena invertir su dinero y tiempo en tus clases, porque le rentan. 

En esta primera clase tiene que darse cuenta de tu valía y de que va a aprender mucho con tus programas. 

Después de vuestro encuentro, envíale un mensaje de agradecimiento personalizado. No uses un frío "corta y pega" que va a hacer que el estudiante se sienta uno más del montón, nadie especial para ti. 

Si después de todo esto y con todo, el estudiante no decide seguir contigo, no te agobies en exceso. Tu te has mostrado tal cual ofrecías y lo has dado todo de ti, quizá vuestro tándem no iba a funcionar. Sigue así, y tu trabajo obtendrá la justa recompensa. 

- Teacher Concha