Abrimos de nuevo el debate de si se debe o no enseñar tanta gramática, y si es así, cómo debemos hacerlo para que resulte interesante y no haga huir a nuestros estudiantes. Aprender un idioma supone aprender palabras y conocer cómo debemos unirlas coherentemente de modo que podamos ser comprendidos. Esta coherencia, sólo se consigue gracias al conocimiento de la gramática. Pero ni a todo el mundo le gusta, ni todo el mundo está preparado para profundizar en el estudio de la misma. Nuestra sociedad, nos guste o no, va inexorablemente hacia un sistema en el que lo complejo no tiene cabida, sino para unos pocos. La gran mayoría prefiere lo sencillo, rápido y divertido, de ahí la proliferación de aplicaciones y fórmulas mágicas que prometen el aprendizaje de una lengua en tan solo unas semanas, o a lo sumo, unos meses. Sabemos que el camino es largo, pero no tiene porqué ser complicado y aburrido. En nuestras manos está que nuestros estudiantes consigan dominar el idioma, sin que se rindan antes de haberlo conseguido.
Conoce a tu estudiante
Personalmente, soy una amante de la gramática y me ha ayudado enormemente a mejorar mis idiomas, pero de nada me serviría si no tuviera un amplio conocimiento del vocabulario. No todos nuestros estudiantes de español van a ser, a su vez, profesores de español en el futuro, por lo tanto no siempre es positivo invertir demasiado tiempo en reglas y excepciones que van a olvidar fácilmente o que van a hacer que desistan de su empeño de seguir aprendiendo, bien porque les resulta tedioso o quizá demasiado complicado. La mayoría quiere lograr el objetivo de comunicarse, entender y ser entendidos de un modo eficiente y correcto.
Han tantos caminos como caminantes, tantos enfoques como estudiantes. Debemos, por tanto, elegir el método que sea más provechoso para cada tipo de estudiante. Será un enfoque más pasivo o interactivo.
Enfoque pasivo:
1. Gramática con un enfoque académico
Se enseña cada parte de la oración de modo sintáctico y sus elementos. Desde mi punto de vista este enfoque tan sólo es productivo para estudiantes de filología o estudios similares.
2. Gramática de modo deductivo
Este enfoque es una mezcla entre los dos anteriores. El estudiante recibe una buena dosis de información y explicaciones bien detalladas antes de pasar a la práctica. Después repasa los conceptos con ejercicios repetitivos que pretenden fijar las estructuras en el cerebro de un modo mecánico. Es un poco tedioso, así que no hay que forzar al estudiante que no tiene interés en repetir una y mil veces prácticamente lo mismo. Es mucho más sencillo y ameno hacerlo a través de aplicaciones, o enviar esos ejercicios para que el estudiante pueda hacerlos en su tiempo y a su ritmo. Si se opta por hacerlo en clase, sería recomendable complementarlo con ejercicios que involucren al estudiante de modo que esté más motivado y vea la practicidad del ejercicio en la vida real.
Enfoque interactivo:
1. Gramática de modo inductivo
Este método suele ser muy efectivo, pues permite a los estudiantes progresar rápidamente en fluidez. Consiste en presentar varias oraciones, ejemplos, que incluyan la gramática en cuestión de un modo claro. El estudiante, por sí mismo, reconocerá las reglas que tiene que aplicar en ese tipo de contexto. Es un modo más simple y natural. Conforme el estudiante va progresando se irán añadiendo nuevas reglas y/o excepciones de las mismas. Es muy práctico para los estudiantes que tienen una memoria visual.
2. Gramática a traves de textos
Se anima a los estudiantes a conocer el idioma mediante lecturas creativas y producción de textos. Es necesario contar con el material apropiado para cada parte de la gramática que se necesita enseñar, haciendo énfasis en las estructuras trabajadas. Es importante que el estudiante tenga un tiempo de reflexión y conocimiento previo de las estructuras, así que es conveniente que puedan hacer tarea en casa de tipo gramatical para que conozcan la forma y tenga cierta soltura en su uso.
Con la lectura y escritura guiada el estudiante será consciente de la aplicación y del uso correcto de las estructuras que está aprendiendo. Si el estudiante no presenta problemas en la comprensión y expresión, no tendría por qué ser necesario dar mucha más información. Por el contrario, se puede trabajar más a fondo en las expresiones, fórmulas o estructuras que supongan una mayor dificultad. Las reglas gramaticales se comprenden mejor cuando se aplican de un modo interactivo, a través de sus propios textos.
Como anteriormente citado, no hay mejor o peor método por si sólo, sino que depende del estudiante. Debemos evaluarlo brevemente para detectar qué tipo de enfoque sería el más apropiado para ellos. Quizá no sea sólo uno, sino una combinación de varios, o incluso todos. No obstante, la gramática contextualizada es siempre más efectiva, pues se prolonga en el tiempo y no cae fácilmente en el olvido. Es cuestión de generar experiencias que puedan recordar posteriormente.
Comentarios
1 comentario
Una información muy útil, concreta y concisa, muchas gracias. 😀
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